Cómo evitar perder a tus mejores vendedores por una mala gestión comercial

Kylian Mbappé metió 3 goles en la final del Mundial de 2022. Y perdió.

Este domingo, volvió a marcar 3 goles en Barcelona. Y volvió a perder.

¿Te imaginas lo que es eso? Cumplir. Brillar. Hacer todo lo que está en tu mano… y terminar derrotado.

Este fenómeno, por absurdo que parezca, se repite cada día en empresas de todos los tamaños. No en el Camp Nou. En las oficinas comerciales. Porque puedes tener un equipo lleno de talento, con vendedores que lo dan todo… y aun así estar perdiendo.

El problema no es el talento. Es el sistema.

Cuando los cracks se van, no siempre es por dinero

La mayoría de responsables creen que un buen comercial se va porque ha recibido una mejor oferta. Y sí, a veces es así. Pero muchas otras veces, el motivo es más sutil: frustración.

Frustración por ver cómo se pierden ventas porque nadie anotó la fecha de renovación.
Frustración por no saber qué pasó en la última llamada porque el CRM no se usa.
Frustración por tener que copiar 4 veces los mismos datos en diferentes Excels.

Y sobre todo: frustración por saber que podrían vender más… si el sistema no les pusiera trabas.

El síntoma: resultados decentes. La consecuencia: fuga de talento

Muchas empresas viven en esa falsa tranquilidad: “no vamos mal, vendemos cada mes”. Pero no se dan cuenta de que lo que venden es un 40% de lo que podrían vender.

Porque el sistema no ayuda. Porque hay datos sueltos, seguimientos que no se hacen, oportunidades que se olvidan.

Y mientras tanto, el Mbappé de tu equipo se va quemando.

Hasta que un día se va.

Cómo saber si estás en riesgo

Si respondes “sí” a tres o más de estas preguntas, hay peligro:

– ¿Sigues gestionando clientes con hojas de cálculo?
– ¿No sabes quién habló por última vez con el cliente?
– ¿No tienes claro qué comerciales siguen cada oportunidad?
– ¿Los seguimientos se hacen “cuando se puede”?
– ¿Has perdido ventas por no renovar a tiempo?

La buena noticia: tiene solución. Y no pasa por más reuniones ni más informes. Pasa por tener control.

La solución: un CRM que trabaje por ti, no contra ti

La mayoría de CRMs parecen diseñados por gente que nunca ha vendido nada. Llenos de campos que nadie usa, procesos que nadie sigue y pantallas que dan miedo.

CRM Sencillo nació con otra lógica: facilitar la vida a quien vende. Porque si el sistema es fácil, se usa. Y si se usa, se vende más.

Un buen CRM no solo te ayuda a vender. También te ayuda a retener al bueno. Porque un comercial que siente que puede hacer bien su trabajo… se queda.

Conclusión

No esperes a que tu mejor comercial te diga que se va.
No esperes a perder un cliente por una fecha mal anotada.
No esperes a ver cómo todo el esfuerzo… termina en nada.

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