No fui buscando una lección de negocios. Solo quería comprar una cosa. Una tontería. Pero lo que vi en ese bazar me dejó con la boca abierta.
Habían numerado los pasillos. Así de simple. Nada de inteligencia artificial, ni pantallas, ni música ambiental con flautas de bambú. Solo números. Y funcionaba.
Pregunté por un producto y el dueño me respondió: “Está en el 7”. Fui. Lo cogí. Y me fui. Sin dramas. Sin preguntas. Sin perder el tiempo. Y sin molestar al personal.
Ese pequeño gesto —numerar los pasillos— es exactamente lo que separa a una empresa que crece de otra que se ahoga en su propio desorden. Y, ojo, no es un tema cultural. Es una cuestión de sistema.
Numerar es una forma de organizar el caos. De hacer que cualquiera pueda encontrar lo que necesita, aunque no conozca la tienda. De convertir lo invisible (el conocimiento del dueño) en visible para todos.
Piensa en tu empresa. En tu equipo comercial. ¿Cuántos “pasillos sin numerar” tienes ahora mismo?
No son errores puntuales. Son fugas constantes. Pérdidas de oportunidades. Clientes que se van sin que te enteres. Y todo por una razón: falta de orden.
Un buen CRM no necesita ser caro ni complicado. Solo necesita darte lo que de verdad importa:
Y todo eso sin ser un programa infernal que solo entiende el informático. Si tu equipo no lo usa, no sirve. Punto.
El caos no viene de fuera. Lo provocas tú cada vez que dices “luego lo apunto”, “esto me lo sé de memoria”, “ya me encargo yo” o “para lo que tenemos, no hace falta un sistema”.
Hasta que te das cuenta de que sí hace falta. Y para entonces, puede que ya hayas perdido al cliente o al comercial que sabía cómo funcionaba todo.
Entonces ocurre lo que nadie quiere admitir: descubres que no tienes una empresa. Tienes una colección de personas haciendo lo que pueden, como pueden, sin que nadie sepa exactamente qué está ocurriendo.
“Ya lo haremos cuando tengamos más tiempo.”
Eso es como decir que vas a ordenar tu casa cuando los niños se calmen. No va a pasar. Nunca. Porque si no tienes tiempo para poner orden ahora, imagina lo que ocurrirá cuando crezcas.
El orden no es un lujo. Es un requisito para crecer. Y se empieza por lo pequeño: como numerar los pasillos de tu bazar.
No hablo de millones. Hablo de ese cliente que no renovó porque nadie le llamó. De esa venta que no se cerró porque no hiciste el seguimiento. De ese lead caliente que se enfrió por falta de acción.
Todo eso suma. Y duele. Sobre todo cuando te das cuenta de que se podía haber evitado con algo tan sencillo como un CRM claro, accesible y bien configurado.
No necesitas un software con mil funcionalidades. Necesitas claridad. Necesitas control. Y sobre todo: necesitas que tu equipo lo use.
Por eso existe CRM SENCILLO. Porque está pensado para empresas reales, con equipos comerciales reales, que necesitan saber qué pasa en su negocio sin hacer un máster para entenderlo.
Porque cuando numeras tus pasillos, todo fluye. Todo se encuentra. Y todo se vende mejor.
P.D.: El 90% del éxito es pasar a la acción. Si quieres transformar la forma en que tu empresa gestiona sus ventas, pide tu demo ahora en www.crmsencillo.com.
Pide tu Demo GRATIS
Regístrate a nuestra newsletter para recibir el mejor contenido que te permita controlar a tus comerciales
Creado con ©systeme.io• Política de Privacidad • Términos del servicio