Por qué perder a tu mejor comercial puede ser lo mejor que le pase a tu empresa

En el mundo del fútbol, hay casos que sirven como espejo perfecto para el mundo empresarial. El caso de Mbappé y el PSG es uno de ellos.

Durante años, el equipo parisino puso todas sus esperanzas en una sola figura: el delantero estrella. El talento indiscutible. El ídolo de masas.

Pero también, el epicentro de todos los focos.

Y, sin querer, el que hacía sombra al resto.

Cuando se marchó, muchos pensaban que el PSG se vendría abajo. Que sin él no habría gol, ni gloria, ni Champions.

Lo sorprendente fue lo contrario:

Jugaron mejor.

Fueron más equipo.

Y ganaron con contundencia.

Este fenómeno tiene un paralelismo claro en muchas empresas: el comercial estrella.

El comercial que lo sabe todo… y lo guarda para él

Hay comerciales que se convierten en figuras intocables. No comparten datos, no usan el CRM, no documentan procesos. Todo lo llevan en la cabeza o, en el mejor de los casos, en una libreta personal.

Durante un tiempo parece que todo funciona. Venden. Cobran comisiones. Brillan.

Pero el precio oculto es altísimo:

* Nadie más puede hacer su trabajo.

* Si se van, se lleva la información clave.

* El resto del equipo trabaja a ciegas.

* Y el director comercial vive con ansiedad crónica.

Lo que ocurre cuando se van

La paradoja es que, cuando ese comercial estrella se va, muchos temen el colapso. Pero lo que suele ocurrir es diferente:

* Se respira mejor.

* El equipo colabora.

* La información empieza a fluir.

* Y, por primera vez, se puede construir un sistema.

Porque tener un sistema es lo que marca la diferencia entre vender por talento… o vender con previsión, control y escalabilidad.

El papel de un CRM pensado para PYMES

Aquí es donde entra CRM SENCILLO.

Un CRM diseñado para que cualquier comercial, sin importar su experiencia, pueda gestionar clientes sin depender de trucos personales.

Un sistema simple, ágil, y sin curvas de aprendizaje imposibles.

Cuando el conocimiento deja de estar en una cabeza… y pasa a un lugar compartido, recuperas el control de tu negocio.

No tienes que temer la marcha de nadie.

Porque todo el valor está en el sistema.

Y el sistema es tuyo.

Conclusión

A veces, perder al “mejor” es lo mejor que le puede pasar a una empresa.

Porque por fin puedes construir algo más grande que una sola persona.

Y eso se llama crecer.

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