Tu equipo comercial no necesita correr más. Necesita correr con control.

En el último Medio Maratón de Madrid, hubo 27.000 corredores.


La mayoría cruzó la meta.


Pero algunos no llegaron. Y no por falta de esfuerzo.

Dos corredores sufrieron paradas cardiorrespiratorias.
Uno falleció. El otro fue hospitalizado en estado grave.

El esfuerzo sin control puede ser letal.


Y aunque en tu empresa no estemos hablando de vida o muerte, lo cierto es que muchas veces se juega con fuego.


Tu equipo también corre. ¿Pero hacia dónde?


En muchas pymes, el departamento comercial corre sin estrategia.


  • Uno anota los leads en su móvil.
  • Otro lo apunta en una libreta.
  • Otro actualiza un Excel… cuando se acuerda.

Y tú, como responsable, no sabes cuántas oportunidades reales hay.
Ni en qué estado está cada cliente.
Ni por qué se cerró (o no) una venta.

Es como correr un maratón sin avituallamiento.
Sin saber el recorrido.
Sin tener claro dónde está la meta.


El problema no es la velocidad. Es el descontrol.


Cuando no hay un sistema común, cada vendedor corre por su cuenta.
Puede que alguno llegue.
Pero lo más probable es que la mayoría se pierda por el camino.

Y tú no puedes permitirte perder oportunidades.
Ni clientes.
Ni tiempo.


CRM SENCILLO: el dorsal que marca la diferencia


Imagina tener un dorsal con GPS.
Uno que te dice por dónde vas, cuánto te falta y qué ritmo llevas.

Eso hace CRM SENCILLO con tu equipo.
Te da visibilidad.
Control.
Y lo más importante: te asegura que todos corran en la misma dirección.


Con él puedes:


  • Saber qué comerciales están cerrando más ventas (y por qué).
  • Detectar cuellos de botella en tu proceso.
  • Automatizar seguimientos para que no se enfríen oportunidades.
  • Y tomar decisiones con datos, no con suposiciones.


Ejemplo práctico: el cliente que se “perdió” en el kilómetro 15


Una empresa con 5 vendedores.
Cada uno trabaja a su manera.
Un cliente pidió presupuesto hace 2 semanas.
Nadie lo ha llamado.
¿Por qué? Porque no está apuntado en ningún sistema.

Resultado: el cliente se fue con la competencia.
Uno que sí tenía CRM.
Uno que sí llegó a la meta.


Conclusión


Correr por correr no es estrategia.
Es agotamiento.

Un equipo comercial sin CRM es como un corredor sin agua, sin mapa y sin entrenador.

Puede que tenga energía…
Pero no llegará.


P.D.: Si quieres que tu empresa deje de correr en círculos y empiece a avanzar de verdad, pide tu demo en www.crmsencillo.com

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